jueves, 17 de marzo de 2011


Desde el ombligo del mundo

CONTRACORRIENTE

Por: El Papirri

Desde hace unos meses empecé a kaikearme con mi amada tratando de esbozar un posible entierro mío. Una noche me brotó la posibilidad de ser enterrado en el agua, como buen metafísico popular. Carolina, saboreando un tinto con sus labios de sirena, me dijo es difícil, por ahí te da claustrofobia marítima. Otra noche insistí indicándole que con un par de piedras no abría problema de hinchazones, expresándole con pasión que ser parte del agua tiene una metáfora tentadora de infinito. Los pescaditos alimentándose de mis ojos bellos, otro pescadote mas grande arrancándome suavemente la ropa, las carnes, los músculos vueltos algas, los tendones corales verdeazules, hasta quedar como pirata imperecedero con el costillar rebotando en la arena, jardín de infantes de Nemo and company . El problema para la viuda será ver cual mar, porque exportar cuerpos creo es difícil. Ojala los chilenos nos devuelvan de una vez un buen callejón, aunque los puertos como Iquique parecen tener un mar de aceite. Mejor va a tener que ser nomás en el lago Titicaca- seguía con la perorata- mientras la amada gritaba desde la cocina que las quesadillas están deliciosas.

Entonces llegó Contracorriente (2009), filme peruano de Javier Fuentes con la actuación de primera línea y nivel del joven actor boliviano Cristian Mercado. Toda aquella kaikeada mía ahora vista en pantalla gigante, con calidad 35 mm, la ceremonia de entierro de los marineros peruanos, las palabras de Cristian a nombre de la familia, el paso del duelo, la camilla de cañas, la cámara dentro del agua viendo caer al cuerpo definitivo al mar como debe ser, los deudos pobres, curtidos, fuertes, con caritas de futuras victimas de tsunami.

La actuación de Mercado fue tornándose entrañable, asombrosa, tengo sus ojeras desesperadas lagrimeando en primer plano clavadas en el alma. No voy a caer en la tontería de contarles la peli, solo decirles que si no la ven son unos giles. A Cristian lo había visto en el Atraco y Sena Quina de Agazzi. Y pasar como guerrillero del Che en la película de Soderbergh. Estaba bien. Pero ahora, en Contracorriente, Cristian se fue de nosotros sus amigos para ser parte del mundo de la pantalla grande con una performance sublime. Me contó que acaba de terminar de grabar el Largometraje “33 de Atacama” (Prod. Chile- España) de Antonio Recio sobre los mineros chilenos rescatados y que pronto entra a otro proyecto internacional. También que sigue tocando y componiendo canciones para su banda Reverso que tiene 4 años de militancia en las noches bolivianas.

Recuerdo los nervios de la señorita de mi lado, en la sala quiteña del Cinemark, mordiéndose las uñas y los cabellos cuando Cristian se besa apasionadamente con el actor secundario, el bello artista colombiano Manolo Cardona. Esas barbas de dos hombrotes vueltas matorral apasionado, esos cuerpos perfectos con la delicadeza de Fuentes haciéndolos flotar de amor y rodar por las arenas, lograron que la dama llorara (no se si de emoción o de rabia).

Cristian llegó especialmente a Quito convidado por Escalón Films a presentar la peli en aquí y en Guayaquil más. Esta feliz por la llegada, tuvo que atender una cola de quiteños firmando autógrafos. Luego, con una cheva de por medio me dijo, Soy paceño, casado hace más de 5 años y papá de Horacio y Lucía. Colegio de curas, calles de Sopocachi , música de Charly y pink floyd en la adolescencia. Criado y alimentado por super mamá divorciada y trabajadora. Muchos y diferentes abuelos maravillosos por suerte acompañan gran parte de mi vida. Nunca se me había pasado por la mente cuando era adolescente que iba a terminar siendo del rubro de los teatreros y menos que iba a participar en películas internacionales. Hombre sortudo

soy. Mi escuela en teatro ha sido sobre todo el trabajo con los directores que he tenido, como David Mondaca, Norma quintana, Héctor Noguera, César Brie entre otros.

Contracorriente y Cristian Mercado se quedan en nuestra emoción más perdurable. Por fin una actor boliviano es figura cosmopolita en el cine arte. Solo queda agradecer por tanta sensibilidad, sencillez y por habernos demostrado que aquella intuición loca del entierro mío era posible. Carolina quedó preocupada por el desafío y yo con la sensación de haber sido testigo de la consagración de Mercado en el cine mundial.

1 comentario:

  1. Un artista chukuta hablando de uno paceño ... Ambos lejos de su ciudad. Ambos expertos en lo que hacen. Esta crónica no podia ser mejor...

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