Por: El Papirri
Desde mi memoria más remota hasta los 13 años tuve navidades normales y felices. Mesas formidables con tías, primos, hermanos, papas, tíos inventados, primas guapas, todos bailando chacarera en tropel en el patio de la casa de mi abuelo, en Santiago manta, noroeste argentino. Era de ver esas mesas, los platos con carne jugosa planeaban, los cuetillos y zapateos tronaban, las guitarras circulaban de mano en mano, los bombos legueros repiqueteaban a leguas, el vino pintaba la noche, el calor chaqueño sano nos hacia jugar futbol en la calle, pata pila, puntero derecho. La fiesta pasaba de largo hasta año nuevo y todo reposaba en la fiesta de Reyes con los regalos en los zapatos.
Dos cosas obstruyeron aquel bello círculo anual: la muerte de mi madre y las dictaduras. No volví más a la casa del abuelo. En cuanto a los del plan cóndor, los únicos que podían estar felices y bailar eran los milicos y sus familias con pulpería, seguro social, pasajes gratis, bonos, más bonos, aguinaldos, viajes a Miami. La desaparición forzosa de mi tío Dardo también demolió a la familia.
Entonces llegó la peregrinación paceña con mi padre, de casa en casa, buscando donde pasar la Noche Buena. Una vez, sopas de lluvia, la pasamos indagando un caserón en Achocalla inubicable, la casa del Pato Cárdenas, intimo de mi padre. Tocamos el timbre de una casa equivocada a las doce en punto, una señora amable grito el Papa Noel¡, nos invitaron chocolate, a los diez minutos mi padre era el dueño de la fiesta extraña cantando Nath King Kole, y yo en un rincón mordiéndome los labios , avergonzado, extrañando a mi madre.
En el destierro mexicano, ya con 20 años, decidí crear la Asosashon de Huérfanos y Casos Afines (AHUCA). Nos juntamos a fundar la Institushon frente a un pesebre medio raca nomás los marginados del amor familiar, estudiantes sin plata para el retorno, divorciados recientes, separados persistentes, huérfanos de verdad, exiliados insomnes, latinos unidos por ese sentimiento fragmentado que luego me haría componer aquella canción que dice: la navidad es un hueco de vitrinas imposibles. De retorno al país, por suerte aparecían noviecitas que te llevaban a su casa, se inventaban un regalo, la suegra lo convencía al suegro de la presencia inútil, hasta que salían los tragos y la guitarra convertía toda duda en un nuevo concierto familiar.
Ya en el digito tres recuerdo una Navidad muy intensa. Como buen contreras me peleo justo en Navidad con mí entonces pareja, me acuerdo de Achocalla, decido convocar a una reunión de emergencia hasta las últimas consecuencias de AHUCA, en nuestra sede, el mini boliche Ave Sol. Era viernes 23, derrotamos todas las botellas, la Directiva fue compuesta esa noche por mi amigo el eximio charanguista Donato Espinoza, alto dirigente de “los huérfanos”, ch’allamos de paso su nuevo charango Acha electroacústico que era novedad de la época. El Secretario de actas fue el anfitrión y poeta Fernando Lozada que hizo reventar su cajón peruano toda la noche, el vocal de turno y guitarrista Juan Carlos Cordero, gran representante de los “casos afin” en una situashon similar a la mía, nos hizo emocionar con sus versiones de Domínguez. El secretario de seguridad Rolito Costa recitó poemas teñidos de desconsuelo. Ya en el amanecer apareció un referente de AHUCA, el compositor Jach’a Flores, que nos hipnotizó con sus morenadas compuestas a silbido. Serian las 9.00 de la matina cuando salimos de golpe al solazo a bailar en la vereda, cinturitas, orejitas, con la Conny, la Yolita, la Fa, dignas damas integrantes de la mesa directiva femenina de AHUCA que comprobando el exceso matutino se maquillaron rapidito y desaparecieron en pro de la normalidad del sábado navideño.
La mesa directiva retornó a la cueva, a la euforia, al estreno de canciones del Papirri, las versiones virtuosas vibraban en las cuerdas. Al medio día un huallaque de emergencia generó la dispersión, el Donato, solidario, supo que yo no volvería, que había decidido huir hacia adelante, cerveceando cabeceamos, hasta que decidimos partir mecánicamente al Ave Sol, pero estaba cerrado.
Bien abrazados a nuestros instrumentos cantamos una serenata a capella a unos balcones que quedaban justo al frente del boliche. Ya atardecía, era la hora azul. La magia de mi ciudad, hizo que salieran al balcón tres bellas damas con vestidos floreados que gentilmente nos aplaudieron. Prodigiosamente se abrió la puerta, era una casa del Sopocachi de las de antes, unas gradas empinadas de resolana transportaban a los cuartos con balcones. Una bella dama de vestido rojo
floreado con cuerpo generoso, tetas maternales, tacos plomos puntiagudos y edad incalculable nos dio la bienvenida en su abrazo navideño.
- Pasen chicos, suban, dijo medio ronquita.
Con el Donatiux le cedimos gentilmente las gradas para poder ver mejor, disfrutamos unos segundos de calzones bordados. Entonces ingresamos a una habitación con cama matrimonial, con su caldera, su anafe y el póster de Ricky Martin.
-Les prepararé un buen café para que reaccionen. Anoche estuve escuchándoles al frente con mi amigo que es gerente de un Banco y fan de su música. Uds. son dos genios incomprendidos, dos ángeles que se cayeron de alguna nube, dijo Gisela en chileno, sirviendo un poderoso café en jarro.
Salud ¡brindamos con el Donatiux y los jarros chocando dieron un do sostenido. Desenfundamos los instrumentos dedicándole a la dama El Choclo, un poco impreciso pero todavía musical y amilongueado. Entonces ingresaron otras 4 damas a la habitación, algunas en vestido, otras en camisón. -Oye, estos son buenos de verdad, dijo una rubia también en chileno. –Otra¡ otra ¡ pedía una belleza morocha que traía un camisón transparente y decía ser tucumana.
Cuandom se agotaba nuestro repertorio apareció un señor sesentón, con pinta de ex pesista, le llamaban Don David, acarreando un panetón navideño, champán y un singani sin etiqueta. –El otro día los vi tocar en la tele, puñó, dijo. Entonces, iniciamos la Sesión Solemne de AHUCA por Noche Buena en la cocineta, con palabras de mi persona, presidente vitalicio de la institushon.
Ya cerca a la Noche Buena, Donato desapareció con su charanguito a dar cuentas a su mama y a sus mamacitas, parece que llegó raspando a las 12.00. Yo me quedé nomás, improvisé un repertorio navideño, cayendo al amanecer extenuado en la cama de Guisela mientras empezaban a llegar los galanes de las damas y Don David abría de emergencia la Boite La Miel. Al día siguiente, el ch’aqui fue glorioso y tibio en los brazos de Guisela, suavemente me cantaba al oído bien le cascaremos.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
EN LA FERIA DEL LIBRO DE QUITO
Por : El Papirri
En la mañana hace un sol recto que te parte las orejas, en la tarde resuella la lluvia pequeña, chinchosa chilcha la llovizna chulla que te moja hasta la chucha. Armamos un stand esquinero, quedó bonito, tiene un letrero chulo que dice BOLIVIA, stand 80, se encuentra en el pabellón internacional de esta IV Feria Internacional de Libro de Quito 2011 realizada en el Centro de Exposiciones Quito en la primera quincena de diciembre.
El año pasado principiamos nuestra participación en la FIL QUITO 2010, conseguimos que la Cámara del Libro de Bolivia envíe libros con un delegado que llegó con 15 cajas que contenían 800 libros de 10 editoriales, fue bueno, vendieron bien recuperando sus gastos y ganando alguito. Este año, la Cámara nos dijo que no podía pagar ni el envío de los libros ni el delegado, llegó el vacío de no participar. Entonces se me ocurrió preguntarles donde se quedaron los libros sobrantes del 2010.Llegó el dato, están en la Librería editorial Rayuela de Quito. A la sazón me fui para allá, ya era octubre, confirmando que Rayuela tenían en sus muebles mas de 300 títulos bolivianos empolvados, paraditos y sin dueño, de las editoriales La hoguera, Plural, Gente Común, PIEB, Muela del diablo y otras .Fue así que decidimos hacer una alianza estratégica con Rayuela, quien puso esos 300 libros en nuestro stand mas 105 que llegaron vía cancillería que colocamos como contraparte, publicaciones estatales muy interesantes de los Ministerios de Educación, Medio Ambiente y aguas, Desarrollo Rural, Proande, que nos hizo llegar gentilmente la Dirección de Multilaterales de Cancilleria a la cabeza de José Crespo, luego de que los perseguimos con cartas de auxilio por un par de meses.
Nuestro k’atu está bien alimentadito, oyes, y muy visitado, al frente está el de Cuba con buenos precios y un Lezama completo, al lado el de Venezuela que presenta el best seller de su embajador, mas allá el de Colombia que mas parece el living de una agencia de turismo, el de EEUU ofrece solo cursos en ingles. Son días feriales maravillosos, por fin puedo mirar el cielo de la tarde aunque sea nublado, sonreír con la lunita quiteña y su lucero nostálgico, respirar fuera de la jaula los árboles del vecino parque de La Carolina que por falta de tiempo no puedo visitar. La vida es el tiempo denominado libre, che , si no tienes ese tiempo no tienes vida, por allí transcurre lo mejor: mi guitarra, la bicicleta, Cortazar, escuchar linda música, conversar con los cuates, respirar árboles por la carolina con mi Carolina, componer, leer a Horacio Quiroga, caminar, tomarse un trago. No tengo tiempo para esa libertad, grave.
Pero sin llorar, pues llega alegre la inauguración de la Feria con el canciller ecuatoriano dando abrazos, citando a Neruda, Vallejo y Borges, con la Ministra de Cultura de Ecuador que nos nombra como una de las 6 embajadas que participan con stand propio y de pronto nuestros caporales hacen tronar el acto y otra vez Bolivia posesionada en este Quito gris.
Algo curioso, las Crónicas del Papirri están en dos stands, en el stand de Bolivia con la editorial Plural y en el stand de la editorial ecuatoriana JG que se animó a publicarlas ¡
El invitado de honor fue Perú, todo olía a ceviche, a Vargas llosa y a Bayly, más aun con los conciertos de la cantante Victoria Villalobos que engalanó versiones de Chabuca con un excelente guitarrista alumno del maestro Félix Casaverde. Ahora que la escucho en el pabellón de artistas de la Feria, la guitarra chola- afro- peruana tiene toda una escuela, identidad, esos sincopas del bajo, los acordes tensionados, esa rítmica del lando que hace tronar al gran cajón peruano globalizado en sus dotes sencillas. -Aportar al alma gitana es totalmente top, no?, pienso mientras veo una falda intelectual pasar. Pienso luego insisto.
Entonces de pronto llega uno de la FLACSO con su morral de aguayos y se lleva la obra completa de Sergio Almaraz más otros 20 libros de ciencias sociales de Albó, Luis Tapia, Lazarte, Oporto. Una señora poetisa se entusiasma con la obra de Yolanda Bedregal y se la lleva recitando. De reojo mientras atiendo el k’atu leo El misterio del estido del William Camacho que me hace reír. Un señor de gorrita se lleva feliz y pegado a su cigarrito Vidas y muertes de Jaime Saenz, por un libro de compra obsequiamos afiches que nos mandó el Viceministerio de Turismo y la donosa revista Cultura de la Fundación de Banco Central que nos llegó en el paquete ministerial como mensaje de
saludo de mi amigo Robi Borda. Una señora dice que ama Bolivia, que vivió los años más felices con su difunto esposo en Calacoto, me muestra la foto de su hija, es hermosa, le digo que la traiga y se va con los Cuentos escogidos de Adolfo Cárdenas no sin antes sacarse fotito con la wiphala. Tengo que leer unas palabras en la presentación del libro En Busca de Bolívar del colombiano William Ospina. Un ratito voy a ver los libros en el Pabellón ecuatoriano, me animo a comprar los Cuentos Completos de Cortazar edición Alfaguara, promoción dos tomos por uno, una intelectual me guiña con sus lentes, la invito a tomar café, me cuenta de su novio italiano, que le regaló su mini laptop, discutimos sobre el libro de Ospina: me siento todo un Paz Soldan, che¡
Cumplimos. La cámara del libro vendió sus libros empolvados, nuestro stand fue de los más bonitos y visitados, Bolivia se posesionó de nuevo con su cultura, libros y danzas, 100.000 personas visitaron el campo ferial, se difundieron publicaciones estatales de gran valía. Repartimos impresos informativos turísticos intensamente, todos quieren ir al salar. Con esto hemos cerrado una intensa agenda anual de gestión cultural acá en Ecuador que incluyó entre lo mas sobresaliente el I FESDABEC 2011 (I Festival de danzas Bolivianas en Ecuador) que tuvo 200 bailarines ecuatorianos participantes bailando caporal, Tinku, morenada y hasta diablada, la V Semana Cultural de Bolivia en Ecuador que beneficio a 15.000 hermanos ecuatorianos con sendos conciertos gratuitos del grupo Alaxpacha, con exposiciones y entrada folklórica mas, el V Ciclo de Cine de Bolivia en Ecuador estrenando en Ecuador la obra de Jorge Ruiz, Wara Wara de Velasco Maidana e Inal Mama de Chichiso López y esta participación calida, fluida, sin dramas en el FIL Quito 2011.Todo sin un dólar de presupuesto. Bien, ché, pa ques decir, aunque sigo extrañando al tiempo que es vida.
En la mañana hace un sol recto que te parte las orejas, en la tarde resuella la lluvia pequeña, chinchosa chilcha la llovizna chulla que te moja hasta la chucha. Armamos un stand esquinero, quedó bonito, tiene un letrero chulo que dice BOLIVIA, stand 80, se encuentra en el pabellón internacional de esta IV Feria Internacional de Libro de Quito 2011 realizada en el Centro de Exposiciones Quito en la primera quincena de diciembre.
El año pasado principiamos nuestra participación en la FIL QUITO 2010, conseguimos que la Cámara del Libro de Bolivia envíe libros con un delegado que llegó con 15 cajas que contenían 800 libros de 10 editoriales, fue bueno, vendieron bien recuperando sus gastos y ganando alguito. Este año, la Cámara nos dijo que no podía pagar ni el envío de los libros ni el delegado, llegó el vacío de no participar. Entonces se me ocurrió preguntarles donde se quedaron los libros sobrantes del 2010.Llegó el dato, están en la Librería editorial Rayuela de Quito. A la sazón me fui para allá, ya era octubre, confirmando que Rayuela tenían en sus muebles mas de 300 títulos bolivianos empolvados, paraditos y sin dueño, de las editoriales La hoguera, Plural, Gente Común, PIEB, Muela del diablo y otras .Fue así que decidimos hacer una alianza estratégica con Rayuela, quien puso esos 300 libros en nuestro stand mas 105 que llegaron vía cancillería que colocamos como contraparte, publicaciones estatales muy interesantes de los Ministerios de Educación, Medio Ambiente y aguas, Desarrollo Rural, Proande, que nos hizo llegar gentilmente la Dirección de Multilaterales de Cancilleria a la cabeza de José Crespo, luego de que los perseguimos con cartas de auxilio por un par de meses.
Nuestro k’atu está bien alimentadito, oyes, y muy visitado, al frente está el de Cuba con buenos precios y un Lezama completo, al lado el de Venezuela que presenta el best seller de su embajador, mas allá el de Colombia que mas parece el living de una agencia de turismo, el de EEUU ofrece solo cursos en ingles. Son días feriales maravillosos, por fin puedo mirar el cielo de la tarde aunque sea nublado, sonreír con la lunita quiteña y su lucero nostálgico, respirar fuera de la jaula los árboles del vecino parque de La Carolina que por falta de tiempo no puedo visitar. La vida es el tiempo denominado libre, che , si no tienes ese tiempo no tienes vida, por allí transcurre lo mejor: mi guitarra, la bicicleta, Cortazar, escuchar linda música, conversar con los cuates, respirar árboles por la carolina con mi Carolina, componer, leer a Horacio Quiroga, caminar, tomarse un trago. No tengo tiempo para esa libertad, grave.
Pero sin llorar, pues llega alegre la inauguración de la Feria con el canciller ecuatoriano dando abrazos, citando a Neruda, Vallejo y Borges, con la Ministra de Cultura de Ecuador que nos nombra como una de las 6 embajadas que participan con stand propio y de pronto nuestros caporales hacen tronar el acto y otra vez Bolivia posesionada en este Quito gris.
Algo curioso, las Crónicas del Papirri están en dos stands, en el stand de Bolivia con la editorial Plural y en el stand de la editorial ecuatoriana JG que se animó a publicarlas ¡
El invitado de honor fue Perú, todo olía a ceviche, a Vargas llosa y a Bayly, más aun con los conciertos de la cantante Victoria Villalobos que engalanó versiones de Chabuca con un excelente guitarrista alumno del maestro Félix Casaverde. Ahora que la escucho en el pabellón de artistas de la Feria, la guitarra chola- afro- peruana tiene toda una escuela, identidad, esos sincopas del bajo, los acordes tensionados, esa rítmica del lando que hace tronar al gran cajón peruano globalizado en sus dotes sencillas. -Aportar al alma gitana es totalmente top, no?, pienso mientras veo una falda intelectual pasar. Pienso luego insisto.
Entonces de pronto llega uno de la FLACSO con su morral de aguayos y se lleva la obra completa de Sergio Almaraz más otros 20 libros de ciencias sociales de Albó, Luis Tapia, Lazarte, Oporto. Una señora poetisa se entusiasma con la obra de Yolanda Bedregal y se la lleva recitando. De reojo mientras atiendo el k’atu leo El misterio del estido del William Camacho que me hace reír. Un señor de gorrita se lleva feliz y pegado a su cigarrito Vidas y muertes de Jaime Saenz, por un libro de compra obsequiamos afiches que nos mandó el Viceministerio de Turismo y la donosa revista Cultura de la Fundación de Banco Central que nos llegó en el paquete ministerial como mensaje de
saludo de mi amigo Robi Borda. Una señora dice que ama Bolivia, que vivió los años más felices con su difunto esposo en Calacoto, me muestra la foto de su hija, es hermosa, le digo que la traiga y se va con los Cuentos escogidos de Adolfo Cárdenas no sin antes sacarse fotito con la wiphala. Tengo que leer unas palabras en la presentación del libro En Busca de Bolívar del colombiano William Ospina. Un ratito voy a ver los libros en el Pabellón ecuatoriano, me animo a comprar los Cuentos Completos de Cortazar edición Alfaguara, promoción dos tomos por uno, una intelectual me guiña con sus lentes, la invito a tomar café, me cuenta de su novio italiano, que le regaló su mini laptop, discutimos sobre el libro de Ospina: me siento todo un Paz Soldan, che¡
Cumplimos. La cámara del libro vendió sus libros empolvados, nuestro stand fue de los más bonitos y visitados, Bolivia se posesionó de nuevo con su cultura, libros y danzas, 100.000 personas visitaron el campo ferial, se difundieron publicaciones estatales de gran valía. Repartimos impresos informativos turísticos intensamente, todos quieren ir al salar. Con esto hemos cerrado una intensa agenda anual de gestión cultural acá en Ecuador que incluyó entre lo mas sobresaliente el I FESDABEC 2011 (I Festival de danzas Bolivianas en Ecuador) que tuvo 200 bailarines ecuatorianos participantes bailando caporal, Tinku, morenada y hasta diablada, la V Semana Cultural de Bolivia en Ecuador que beneficio a 15.000 hermanos ecuatorianos con sendos conciertos gratuitos del grupo Alaxpacha, con exposiciones y entrada folklórica mas, el V Ciclo de Cine de Bolivia en Ecuador estrenando en Ecuador la obra de Jorge Ruiz, Wara Wara de Velasco Maidana e Inal Mama de Chichiso López y esta participación calida, fluida, sin dramas en el FIL Quito 2011.Todo sin un dólar de presupuesto. Bien, ché, pa ques decir, aunque sigo extrañando al tiempo que es vida.
CARTAS
Por: El Papirri
Hoy recuerdo con mucha nostalgia las cartas de aaantes. En mi niñez paceña esperaba con mis ojitos inquietos y mis churcos aplanados por tanto pelotazo, las cartas que llegaban desde la Argentina, misivas emocionadas de parientes escritas con pulcritud. Aquel personaje entrañable- el cartero- llegaba con su mochila de ausencias y distancias, con su overol azul, botas de premilitar y una gorrita que parecía más del ferrocarril que del correo. Con aplicación se encargaba de alimentar a mi puerta por una boquita que decía buzón. La boca era plateada y se abría y cerraba produciendo una risita característica. Alguna vez pillé el momento preciso del escupitajo de la carta, era de mi primo santiagueño Andrés, el sobre llegaba polvoriento y cansado, había viajado una semana en un vagón tartamudo cruzando el chaco ardiente, salares prehistóricos, verdores de valles, altiplanos estoicos, andes congelados, hasta aterrizar en el piso de casa.
Agitado, cogía el sobre que tenia una bandera celeste y blanca en el borde, primero desprendía a vapor de caldera estampillas maravillosas con gauchos en acuarelas, mini cuadritos que resguardaba en papel celofán. Luego hacia el gesto de ver el sobre tras el sol abriéndolo con sumo cuidado, como si fuera de porcelana, entonces se desplegaba un escrito con varias hojas de papel biblia transparente, la misiva había sido escrita seguramente con otro papel atrás que señalaba la rectitud de las rayas, la letra de Andrés era única, recuerdo el encabezado, Santiago del Estero, Argentina, 11 de agosto de 1969…
Ya mas creciditos decidimos inventar un idioma propio, un código que solo entendíamos los dos, pues nuestras hermanas se habían aficionado leer nuestras cartas que eran de suma confidencialidad y luego se burlaban del estilo. Entre carta y carta, nos pasamos el trabajo de inventar un código personal con mas de 26 signos: un cuadrado con dos antenas era la a, un triangulo con circulo adentro la b. Yo guardaba como gran tesoro aquel papel con jeroglíficos secretos que descifraban nuestra comunicación de guerra. Hasta que un día mi hermana mayor descubrió entre mis medias aquel recetario y se jodió todo. Pero por lo menos transcurrió un año con las cartas secretas en nuestro idioma de quipus que contaba como se llamaba la última chica que te gustaba, el triunfo de Boca, los nombres de los que nos caían mal en el curso y las posibles fechas del ansiado reencuentro anual. Leer esas cartas demoraba horas.
Tengo latiendo en el corazón las cartas que me enviaba mi novia Teresa de Aguascalientes, cartas perfumadas de violetas, con pluma marrón como sus ojos y esa letra pulcra, inolvidable, letra de misiva independentista. Esas epístolas, Teresa me las enviaba en la misma ciudad, al hotelillo donde vivía, pues sus padres prohibían nuestra relación. Un indígena con guaraches las traía sudando, como si trasladara una bomba, con la instrucción de entregar la misiva en la mano. Contenía poemas, pensamientos profundos, colmados de nostalgia.
No se como llegaban desde Bolivia a México las cartas de mi hermano German pues traían aires de ilegalidad, mi hermano había decidido retornar del exilio a voltear a la dictadura Garciamezista, se encontraba clandestino en el país, sin embargo las esquelas llegaban porfiadas: él firmaba Bouvier y yo devolvía la contestación a la nada firmando Cafetín. Eran cartas que por su dramatismo parecían testamentos, últimos deseos antes de un fusilamiento.
Recuerdo con emoción las cartas que recibía desde Sucre de mi amiga Matilde Cazasola, hojas llenas de poesía y buenos augurios, adjuntaba poemas manuscritos, estampitas con flores secas, consejos temperamentales, dibujitos en miniatura, reflexiones profundas en su letra única. Cómo extraño la letra de la gente amada ¡
Hoy abrí mi mail, tenía 20 mensajes colectivos, noticias de foros abiertos, invitaciones mecánicas, mensajes obligatorios para entrar a alguna red social y solo una carta telegrama de mi amigo Willy Claure desde Suiza que en tres palabras decía que se acuerda de mí.
Donde están? Ahora que tenemos esta gran facilidad de comunicación no nos comunicamos. Será que deseamos volver a las cartas traídas en diligencia? A las cartas de Bolívar? El prócer tenia que escribir cuatro cartas iguales a pluma de ñandú para que talvez alguna llegue a su destino. Hasta los telegramas de antes eran mejor que los mensajes que hoy recibo en el mail. Y las huevadas que uno lee en la red social, eso es comunicashon? Y mi primo Andrés hoy tan ocupado y tan importante que ni siquiera puede escribir un mail telegrama… No me pidan que entre a chatear, esa conversación da pena, además es un castigo cuando te dejan con el dialogo latiendo.
Ya, che, mejor no me hagan renegar y escriban una carta decente que la saudade es la misma que hace tres décadas, que el extrañar sigue siendo la misma pulsación sorda de la infancia.
Hoy recuerdo con mucha nostalgia las cartas de aaantes. En mi niñez paceña esperaba con mis ojitos inquietos y mis churcos aplanados por tanto pelotazo, las cartas que llegaban desde la Argentina, misivas emocionadas de parientes escritas con pulcritud. Aquel personaje entrañable- el cartero- llegaba con su mochila de ausencias y distancias, con su overol azul, botas de premilitar y una gorrita que parecía más del ferrocarril que del correo. Con aplicación se encargaba de alimentar a mi puerta por una boquita que decía buzón. La boca era plateada y se abría y cerraba produciendo una risita característica. Alguna vez pillé el momento preciso del escupitajo de la carta, era de mi primo santiagueño Andrés, el sobre llegaba polvoriento y cansado, había viajado una semana en un vagón tartamudo cruzando el chaco ardiente, salares prehistóricos, verdores de valles, altiplanos estoicos, andes congelados, hasta aterrizar en el piso de casa.
Agitado, cogía el sobre que tenia una bandera celeste y blanca en el borde, primero desprendía a vapor de caldera estampillas maravillosas con gauchos en acuarelas, mini cuadritos que resguardaba en papel celofán. Luego hacia el gesto de ver el sobre tras el sol abriéndolo con sumo cuidado, como si fuera de porcelana, entonces se desplegaba un escrito con varias hojas de papel biblia transparente, la misiva había sido escrita seguramente con otro papel atrás que señalaba la rectitud de las rayas, la letra de Andrés era única, recuerdo el encabezado, Santiago del Estero, Argentina, 11 de agosto de 1969…
Ya mas creciditos decidimos inventar un idioma propio, un código que solo entendíamos los dos, pues nuestras hermanas se habían aficionado leer nuestras cartas que eran de suma confidencialidad y luego se burlaban del estilo. Entre carta y carta, nos pasamos el trabajo de inventar un código personal con mas de 26 signos: un cuadrado con dos antenas era la a, un triangulo con circulo adentro la b. Yo guardaba como gran tesoro aquel papel con jeroglíficos secretos que descifraban nuestra comunicación de guerra. Hasta que un día mi hermana mayor descubrió entre mis medias aquel recetario y se jodió todo. Pero por lo menos transcurrió un año con las cartas secretas en nuestro idioma de quipus que contaba como se llamaba la última chica que te gustaba, el triunfo de Boca, los nombres de los que nos caían mal en el curso y las posibles fechas del ansiado reencuentro anual. Leer esas cartas demoraba horas.
Tengo latiendo en el corazón las cartas que me enviaba mi novia Teresa de Aguascalientes, cartas perfumadas de violetas, con pluma marrón como sus ojos y esa letra pulcra, inolvidable, letra de misiva independentista. Esas epístolas, Teresa me las enviaba en la misma ciudad, al hotelillo donde vivía, pues sus padres prohibían nuestra relación. Un indígena con guaraches las traía sudando, como si trasladara una bomba, con la instrucción de entregar la misiva en la mano. Contenía poemas, pensamientos profundos, colmados de nostalgia.
No se como llegaban desde Bolivia a México las cartas de mi hermano German pues traían aires de ilegalidad, mi hermano había decidido retornar del exilio a voltear a la dictadura Garciamezista, se encontraba clandestino en el país, sin embargo las esquelas llegaban porfiadas: él firmaba Bouvier y yo devolvía la contestación a la nada firmando Cafetín. Eran cartas que por su dramatismo parecían testamentos, últimos deseos antes de un fusilamiento.
Recuerdo con emoción las cartas que recibía desde Sucre de mi amiga Matilde Cazasola, hojas llenas de poesía y buenos augurios, adjuntaba poemas manuscritos, estampitas con flores secas, consejos temperamentales, dibujitos en miniatura, reflexiones profundas en su letra única. Cómo extraño la letra de la gente amada ¡
Hoy abrí mi mail, tenía 20 mensajes colectivos, noticias de foros abiertos, invitaciones mecánicas, mensajes obligatorios para entrar a alguna red social y solo una carta telegrama de mi amigo Willy Claure desde Suiza que en tres palabras decía que se acuerda de mí.
Donde están? Ahora que tenemos esta gran facilidad de comunicación no nos comunicamos. Será que deseamos volver a las cartas traídas en diligencia? A las cartas de Bolívar? El prócer tenia que escribir cuatro cartas iguales a pluma de ñandú para que talvez alguna llegue a su destino. Hasta los telegramas de antes eran mejor que los mensajes que hoy recibo en el mail. Y las huevadas que uno lee en la red social, eso es comunicashon? Y mi primo Andrés hoy tan ocupado y tan importante que ni siquiera puede escribir un mail telegrama… No me pidan que entre a chatear, esa conversación da pena, además es un castigo cuando te dejan con el dialogo latiendo.
Ya, che, mejor no me hagan renegar y escriban una carta decente que la saudade es la misma que hace tres décadas, que el extrañar sigue siendo la misma pulsación sorda de la infancia.
viernes, 25 de noviembre de 2011
LA ALUMNA DE GUITARRA
Por: El Papirri
Era una época difícil, hice elaborar con un amigo imprentero unos tickets para vender clases de guitarra, cada ticket contenía 4 clases, las vendía en combo con precio especial. Entonces recibí el llamado de una mujer hecha a la sexi solicitando clases a domicilio, martes y jueves de 18: 00 a 19:00, por favor. Me alegré: la dirección era en el edificio de al lado, además pagaría en dólares.
Entonces voy, llego 5 minutos antes de la hora, manipulo el timbre, empieza a repiquetear la tracalera de llaves de la puerta, conté 6 aperturas. Luego de la cadenita, por fin, abre ella.
Ya en el digito cuatro, la alumna tenía cara de muñeca de goma, dos puntos negros eran los ojos, el pelo corto teñido de rubio insolaba, feíta, alta, de sonrisa conquistadora me da la bienvenida con un beso al aire. Dos tetas generosas me apresan más de la cuenta, su perfume repiquetea a dutty free. -Espérame, me voy a cambiar, dice cerrando las 6 llaves.
Sospecho un cuerpo bien trabajado en gym bajo el traje sastre de azafata. Me quedo solo en un living pulcro, la foto enmarcada de un hombre con cabeza de títere me mira. -Es mi ex marido fallecido, dice sorprendiéndome por la espalda. Marchamos al estudio, sonríe nerviosa.
Se había puesto una mini extrema de porrista con una sudadera de la U de Cambridge, los muslos relucían. Ingresamos al estudio, títulos en ingles se mostraban primorosos en la pared, una Mac parpadeaba fotos en UK, Ay, mi época de estudiante, dice, desenfundando la Yamaha.
-Quiero confesarte que tu mama fue mi profesora de guitarra, yo iba a tu casa, era una niña, tu eres dos años mayor que yo, naciste el 18 de septiembre. Siempre tuve envidia de cómo avanzabas tan rápido y yo no, ahora enséñame¡ aseveró lanzando una extraña mirada.
Entonces doy inicio a la clase mostrando las alternativas de posición del instrumento, se decide por la posición clásica, al acomodar la guitarra entre las piernas un cola less con frutillitas muestra la línea húmeda que me hace atorar. Cuando me aproximo a indicarle la posición del brazo izquierdo, me agarra rudamente de la nuca dándome un chape tenso, la Yamaha vuela creando un cluster con la alfombra, con la otra mano abre, virtuosa, la brageta. Me tira de bruces arrancándose el cola less que vuela sin control, todo en segundos. El galope es sulfúrico, punzante, drástico, hasta un final in crescendo con agudos de soprano. Entonces se descuelga, lanza otra vez la mirada extraña y se va llorando al baño. Asustado, ordeno las partituras del piso, levanto la pobre Yamaha que yace junto al atril. En aquel momento sale lánguida en una bata rosada esponjosa, un rímel de angustias le pinta la cara de muñeca fea, me paga la clase, abre los 6 cerrojos, Nos vemos el jueves, dice en gemido, despachándome.
La próxima clase fue completa. Cuando me iba, dice suave: Quiero hacerte escuchar la canción que deseo me enseñes. Pasamos al living, la cabeza de títere me juzga desde su foto enmarcada, suena “A Felicidade” de Vinicius y Toquiño. Mientras canta bien feo encima del CD, abre una botella de vino francés, una delicia de tapas españolas aparecen como por magia en la mesita. En lo mejor de la bossa ataca en súbito, besa lastimando, la revolcada en la alfombra es interrumpida por secos de vino, se iba, secaba y volvía, entonces me caliento agarrándola por atrás y llevándola al ventanal. Subo la falda de azafata, firme, metódico, doy fuelle intenso prendido de buenas caderas, sus dos manos golpetean el vidrio que se abre en sorpresa, perdemos el control, por milagro no caemos los 9 pisos abajo.
Desnuda, beodita y hitleriana se incorpora, señala la puerta como barita diciendo: te vas carajo¡ Tira los 20 dólares en la mesa desapareciendo a tropiezos por el pasillo con sus nalgas lunarejas. Demoro varios minutos tratando de abrir los 6 cerrojos, salgo a la calle estremecido.
Al día siguiente toca el timbre una cholita con deliciosas humintas tibias, una tarjeta de USAID con nombre de mujer y apellido croata dice: disculpas ¡ te espero esta noche, tengo una cena con amigos, ven por favor.
Era un viernes paceño lluvioso y frío, me antojo, decido ir. Entonces la alumna aparece ahora con churcos rojos y con ojos verdes falsos. Me abraza laaargo, suena un wuauuu de la concurrencia elegante. Un tipito gay impecable cuenta de su última novela, dos gringas se ríen en ingles,
música tecno suena al fondo. Luego de hablar boludeces nos íbamos todos, pero la alumna me detiene, niña y chispeada dice: Veamos un poco de tele.
Entonces ingresamos de la manito con nuestras copas de vino a su habitación, una cama matrimonial dadivosa con edredón ingles se hace desear, me entrega el control con otro seco de vino dándome un pijama limpio (creo del títere). Me lo pongo mientras ubico un partido de la liga inglesa. Surge tambaleante en un camisón transparente que insinúa una sombra ardiente. Luego de besos tiernos y de dar fin a dos botellas, retorna la loca, empieza a putear por los hombres desgraciados, Mi padre el primero, moquea, además mi apellido es Loza, imagínate, Loooza, nunca me vino a ver al colegio, todos Uds. son una mierda, chilla. Agarra un cuchillo filudo destripador de tocino, con los ojos falsos me apunta, Mejor prepárate, tendremos una noche movida, expone amenazante, mientras va en busca de mas vino. Aprovecho y raudo me meto al baño de al lado, -Ya vienes?, increpa en diferentes tonos.
Salgo sigiloso y en pijama voy abriendo los 6 cerrojos, el último me denuncia en su graznido, entonces aparece al trote chueco con el cuchillo al frente, como muñeca desinflándose se abalanza, recupero mis reflejos de arquero de la Zapata gambeteando la primera estocada. Desesperado logro abrir la última llave. Se lanza de nuevo con los ojos verdes de mentira descarriados, la segunda estocada se clava en la puerta no sin antes raspar mi antebrazo. A las rastras le doy el portazo en la frente descubriendo que el llavero se quedó conmigo. Mientras veo la mancha de sangre que crece en mi antebrazo atranco por fuera el cerrojo principal, se escuchan los alaridos: desgraciado ¡ya veras, maricon de mierda, cantas horriiiible¡
Desciendo a tropezones los 9 pisos por las gradas entregándole al portero el llavero, descalzo, medio duro, sangrante, surjo a la avenida Arce en pijamas. Al llegar a casa, mi portero- el gran comandante- se vuelve bastón, me cura la herida con torniquetes vanos que desembocan en una clínica. El medico zurce 5 puntos sin anestesia.
Las próximas semanas la alumna de guitarra se desespera en sus mensajes, manda con la cholita masitas, cuñapes, torta, el Principito. Los recados en la grabadora ruegan disculpas, otras veces insulta embriagada. Me asusto, decido inventarme conciertos por el interior desapareciendo un par de meses. Luego llega a mi mail la invitación a su matrimonio con un funcionario internacional iraní que supe después fallece demasiado pronto.
Alguna vez la veo de lejos por el barrio, ríe sola, corre desenfrenada en su buzo plomo de la Army, llega en autos raibanizados importantes con su traje sastre de azafata. Yo me hago al gil frotándome la sonrisa del antebrazo.
Era una época difícil, hice elaborar con un amigo imprentero unos tickets para vender clases de guitarra, cada ticket contenía 4 clases, las vendía en combo con precio especial. Entonces recibí el llamado de una mujer hecha a la sexi solicitando clases a domicilio, martes y jueves de 18: 00 a 19:00, por favor. Me alegré: la dirección era en el edificio de al lado, además pagaría en dólares.
Entonces voy, llego 5 minutos antes de la hora, manipulo el timbre, empieza a repiquetear la tracalera de llaves de la puerta, conté 6 aperturas. Luego de la cadenita, por fin, abre ella.
Ya en el digito cuatro, la alumna tenía cara de muñeca de goma, dos puntos negros eran los ojos, el pelo corto teñido de rubio insolaba, feíta, alta, de sonrisa conquistadora me da la bienvenida con un beso al aire. Dos tetas generosas me apresan más de la cuenta, su perfume repiquetea a dutty free. -Espérame, me voy a cambiar, dice cerrando las 6 llaves.
Sospecho un cuerpo bien trabajado en gym bajo el traje sastre de azafata. Me quedo solo en un living pulcro, la foto enmarcada de un hombre con cabeza de títere me mira. -Es mi ex marido fallecido, dice sorprendiéndome por la espalda. Marchamos al estudio, sonríe nerviosa.
Se había puesto una mini extrema de porrista con una sudadera de la U de Cambridge, los muslos relucían. Ingresamos al estudio, títulos en ingles se mostraban primorosos en la pared, una Mac parpadeaba fotos en UK, Ay, mi época de estudiante, dice, desenfundando la Yamaha.
-Quiero confesarte que tu mama fue mi profesora de guitarra, yo iba a tu casa, era una niña, tu eres dos años mayor que yo, naciste el 18 de septiembre. Siempre tuve envidia de cómo avanzabas tan rápido y yo no, ahora enséñame¡ aseveró lanzando una extraña mirada.
Entonces doy inicio a la clase mostrando las alternativas de posición del instrumento, se decide por la posición clásica, al acomodar la guitarra entre las piernas un cola less con frutillitas muestra la línea húmeda que me hace atorar. Cuando me aproximo a indicarle la posición del brazo izquierdo, me agarra rudamente de la nuca dándome un chape tenso, la Yamaha vuela creando un cluster con la alfombra, con la otra mano abre, virtuosa, la brageta. Me tira de bruces arrancándose el cola less que vuela sin control, todo en segundos. El galope es sulfúrico, punzante, drástico, hasta un final in crescendo con agudos de soprano. Entonces se descuelga, lanza otra vez la mirada extraña y se va llorando al baño. Asustado, ordeno las partituras del piso, levanto la pobre Yamaha que yace junto al atril. En aquel momento sale lánguida en una bata rosada esponjosa, un rímel de angustias le pinta la cara de muñeca fea, me paga la clase, abre los 6 cerrojos, Nos vemos el jueves, dice en gemido, despachándome.
La próxima clase fue completa. Cuando me iba, dice suave: Quiero hacerte escuchar la canción que deseo me enseñes. Pasamos al living, la cabeza de títere me juzga desde su foto enmarcada, suena “A Felicidade” de Vinicius y Toquiño. Mientras canta bien feo encima del CD, abre una botella de vino francés, una delicia de tapas españolas aparecen como por magia en la mesita. En lo mejor de la bossa ataca en súbito, besa lastimando, la revolcada en la alfombra es interrumpida por secos de vino, se iba, secaba y volvía, entonces me caliento agarrándola por atrás y llevándola al ventanal. Subo la falda de azafata, firme, metódico, doy fuelle intenso prendido de buenas caderas, sus dos manos golpetean el vidrio que se abre en sorpresa, perdemos el control, por milagro no caemos los 9 pisos abajo.
Desnuda, beodita y hitleriana se incorpora, señala la puerta como barita diciendo: te vas carajo¡ Tira los 20 dólares en la mesa desapareciendo a tropiezos por el pasillo con sus nalgas lunarejas. Demoro varios minutos tratando de abrir los 6 cerrojos, salgo a la calle estremecido.
Al día siguiente toca el timbre una cholita con deliciosas humintas tibias, una tarjeta de USAID con nombre de mujer y apellido croata dice: disculpas ¡ te espero esta noche, tengo una cena con amigos, ven por favor.
Era un viernes paceño lluvioso y frío, me antojo, decido ir. Entonces la alumna aparece ahora con churcos rojos y con ojos verdes falsos. Me abraza laaargo, suena un wuauuu de la concurrencia elegante. Un tipito gay impecable cuenta de su última novela, dos gringas se ríen en ingles,
música tecno suena al fondo. Luego de hablar boludeces nos íbamos todos, pero la alumna me detiene, niña y chispeada dice: Veamos un poco de tele.
Entonces ingresamos de la manito con nuestras copas de vino a su habitación, una cama matrimonial dadivosa con edredón ingles se hace desear, me entrega el control con otro seco de vino dándome un pijama limpio (creo del títere). Me lo pongo mientras ubico un partido de la liga inglesa. Surge tambaleante en un camisón transparente que insinúa una sombra ardiente. Luego de besos tiernos y de dar fin a dos botellas, retorna la loca, empieza a putear por los hombres desgraciados, Mi padre el primero, moquea, además mi apellido es Loza, imagínate, Loooza, nunca me vino a ver al colegio, todos Uds. son una mierda, chilla. Agarra un cuchillo filudo destripador de tocino, con los ojos falsos me apunta, Mejor prepárate, tendremos una noche movida, expone amenazante, mientras va en busca de mas vino. Aprovecho y raudo me meto al baño de al lado, -Ya vienes?, increpa en diferentes tonos.
Salgo sigiloso y en pijama voy abriendo los 6 cerrojos, el último me denuncia en su graznido, entonces aparece al trote chueco con el cuchillo al frente, como muñeca desinflándose se abalanza, recupero mis reflejos de arquero de la Zapata gambeteando la primera estocada. Desesperado logro abrir la última llave. Se lanza de nuevo con los ojos verdes de mentira descarriados, la segunda estocada se clava en la puerta no sin antes raspar mi antebrazo. A las rastras le doy el portazo en la frente descubriendo que el llavero se quedó conmigo. Mientras veo la mancha de sangre que crece en mi antebrazo atranco por fuera el cerrojo principal, se escuchan los alaridos: desgraciado ¡ya veras, maricon de mierda, cantas horriiiible¡
Desciendo a tropezones los 9 pisos por las gradas entregándole al portero el llavero, descalzo, medio duro, sangrante, surjo a la avenida Arce en pijamas. Al llegar a casa, mi portero- el gran comandante- se vuelve bastón, me cura la herida con torniquetes vanos que desembocan en una clínica. El medico zurce 5 puntos sin anestesia.
Las próximas semanas la alumna de guitarra se desespera en sus mensajes, manda con la cholita masitas, cuñapes, torta, el Principito. Los recados en la grabadora ruegan disculpas, otras veces insulta embriagada. Me asusto, decido inventarme conciertos por el interior desapareciendo un par de meses. Luego llega a mi mail la invitación a su matrimonio con un funcionario internacional iraní que supe después fallece demasiado pronto.
Alguna vez la veo de lejos por el barrio, ríe sola, corre desenfrenada en su buzo plomo de la Army, llega en autos raibanizados importantes con su traje sastre de azafata. Yo me hago al gil frotándome la sonrisa del antebrazo.
lunes, 19 de septiembre de 2011
MI EDAD
Por: El Papirri
Dice el galeno con su cara de trasero que mi colon tiene la edad de mi abuelo, 70 años dice tiene, es que amasó sus cañerías por tanta vida apremiada y le salieron cututus como de llanta veterana / cañería vencida parece dice, pista con erosiones, cuando pasa el bolo va brincando hasta caer en el abismo de una bolsa imbecil llamada nada menos que divertículo. El diagnostico es serio, dice riendo. La verdad, me divertí mucho gestando divertículos, ahora ellos se divierten conmigo.
Mi ojo derecho tiene mi edad/ media década de mayos bien servidos, gran punto luminoso verduzco que arrebató señoritas indebidas con su guiño/ chanchullero veloz, faro de bosques, mundo en cristales, lindo apuntabas los chutis al sol.
Mi ojo izquierdo tiene 67 años/ esta rodeado de lagunas de sangre, de mapas vampirescos, residuos de noches inmemoriales, de días vueltos noches, se hincha y desincha en una tarde/ molesta, roncea/ que pasará con su esferita risueña y su paraje lujurioso? Coágulos que fluyen le hacen emboscada, está agotado, pero debe seguir escribiendo cartas cojudas y releyendo el mismo libro. Este es el que recibió algún chopazo de enemigo, este es el aguerrido, el que salía al frente, el de los gases de los milicos, este es el que se esforzaba por desvestir a las niñas sin que se den cuenta: ex combatiente querido, se que estarás conmigo hasta la muerte.
El tobillo derecho cumplió 64 años, tiene unos tendones como liga percudida que me provocan torceduras súbitas, malhumoradas. Se parece al calzón de la Gueli. Apenas circula hoy aquella derecha que metió goles increíbles en ángulos diminutos desde distancias virtuosas en aquellas canchas polvorientas paceñas. Mi tobillo izquierdo tiene 40, quiere correr y se tranca por su mellizo herido, fue más cauto, solo chanfles y alguna bolea.
Mi dentadura cumplió 120 años, grave está/ aquellas columnas áureas han sido bombardeadas por el tiempo/ tambalea en sus volcanes tullidos/ en los noviembres parece que seré una ñatita k’asa ventana.
Mi pene 28 años tiene, en los momentos menos esperados despierta y yergue su vitalidad inmune, brota derrotando elásticos/ sigue siendo el cañoncito venerado por virlochas y señoritas bien/ levanta su cabeza vibrante en poliglobulia sonora con su boquita de pescado sediento. Le debo una oda.
Mis manos tienen la edad de la música, la izquierda todavía puntea, hace acordes insólitos, escribe solita en el teclado, esta mano mía levantadora de faldas. En cuanto a la derecha tiene lunares que generan carreteras venosas, rápida en los arpegios, severa en los ritmos, siempre creativa se bambolea como foca en llaga y excita a las gringas con sus flamenqueadas.
Tengo dos hígados, uno en su lugar y otro cerca del testículo izquierdo, el primero pasó los 40, el segundo tiene la edad de la tristeza. Y hablando del tema, los dos parecidos siguen sexis colgando en sus morrales artesanales, cumplen sus sendas regadas, uno tiene 35 años, el otro reposa atemporal y enrollado en su cosmos de venas.
De mi corazón debo decir que tiene nomás mi edad, es un blader enorme con su batutua bendita, se irrita, tartamudea, tiene 25 septiembres cuando te ve llegar en las tardes / pasa el siglo cuando siente la injusticia y la mentira. Niño feliz sufre de viejo, tiene varias edades en un día, lo protege una corteza violeta de bondad.
En total tengo 456 años y eso que no cuento la edad de mis cabellos que pasaron fríos perennes, calores amazónicos y se restregaron chapis por el dulce de tus manos. Que cuantos años cumple mi alma? Depende del día… Que cuando dejare de ser? Ya no me acuerdo, cumplí los años que quise, puedo ser partícula.
Me voy acercando pasito a paso al agua infinita, espero hacerlo con un buen malambo. Confieso que he bebido, confieso que he sufrido, confieso que he reído, confieso que en los atardeceres me siento desolado en esta ciudad de autos, asperezas y rateros. El carnet dice que hoy, 18 de septiembre, cumplo 51 años.
51 aaaaños, yaaaaaa…
Dice el galeno con su cara de trasero que mi colon tiene la edad de mi abuelo, 70 años dice tiene, es que amasó sus cañerías por tanta vida apremiada y le salieron cututus como de llanta veterana / cañería vencida parece dice, pista con erosiones, cuando pasa el bolo va brincando hasta caer en el abismo de una bolsa imbecil llamada nada menos que divertículo. El diagnostico es serio, dice riendo. La verdad, me divertí mucho gestando divertículos, ahora ellos se divierten conmigo.
Mi ojo derecho tiene mi edad/ media década de mayos bien servidos, gran punto luminoso verduzco que arrebató señoritas indebidas con su guiño/ chanchullero veloz, faro de bosques, mundo en cristales, lindo apuntabas los chutis al sol.
Mi ojo izquierdo tiene 67 años/ esta rodeado de lagunas de sangre, de mapas vampirescos, residuos de noches inmemoriales, de días vueltos noches, se hincha y desincha en una tarde/ molesta, roncea/ que pasará con su esferita risueña y su paraje lujurioso? Coágulos que fluyen le hacen emboscada, está agotado, pero debe seguir escribiendo cartas cojudas y releyendo el mismo libro. Este es el que recibió algún chopazo de enemigo, este es el aguerrido, el que salía al frente, el de los gases de los milicos, este es el que se esforzaba por desvestir a las niñas sin que se den cuenta: ex combatiente querido, se que estarás conmigo hasta la muerte.
El tobillo derecho cumplió 64 años, tiene unos tendones como liga percudida que me provocan torceduras súbitas, malhumoradas. Se parece al calzón de la Gueli. Apenas circula hoy aquella derecha que metió goles increíbles en ángulos diminutos desde distancias virtuosas en aquellas canchas polvorientas paceñas. Mi tobillo izquierdo tiene 40, quiere correr y se tranca por su mellizo herido, fue más cauto, solo chanfles y alguna bolea.
Mi dentadura cumplió 120 años, grave está/ aquellas columnas áureas han sido bombardeadas por el tiempo/ tambalea en sus volcanes tullidos/ en los noviembres parece que seré una ñatita k’asa ventana.
Mi pene 28 años tiene, en los momentos menos esperados despierta y yergue su vitalidad inmune, brota derrotando elásticos/ sigue siendo el cañoncito venerado por virlochas y señoritas bien/ levanta su cabeza vibrante en poliglobulia sonora con su boquita de pescado sediento. Le debo una oda.
Mis manos tienen la edad de la música, la izquierda todavía puntea, hace acordes insólitos, escribe solita en el teclado, esta mano mía levantadora de faldas. En cuanto a la derecha tiene lunares que generan carreteras venosas, rápida en los arpegios, severa en los ritmos, siempre creativa se bambolea como foca en llaga y excita a las gringas con sus flamenqueadas.
Tengo dos hígados, uno en su lugar y otro cerca del testículo izquierdo, el primero pasó los 40, el segundo tiene la edad de la tristeza. Y hablando del tema, los dos parecidos siguen sexis colgando en sus morrales artesanales, cumplen sus sendas regadas, uno tiene 35 años, el otro reposa atemporal y enrollado en su cosmos de venas.
De mi corazón debo decir que tiene nomás mi edad, es un blader enorme con su batutua bendita, se irrita, tartamudea, tiene 25 septiembres cuando te ve llegar en las tardes / pasa el siglo cuando siente la injusticia y la mentira. Niño feliz sufre de viejo, tiene varias edades en un día, lo protege una corteza violeta de bondad.
En total tengo 456 años y eso que no cuento la edad de mis cabellos que pasaron fríos perennes, calores amazónicos y se restregaron chapis por el dulce de tus manos. Que cuantos años cumple mi alma? Depende del día… Que cuando dejare de ser? Ya no me acuerdo, cumplí los años que quise, puedo ser partícula.
Me voy acercando pasito a paso al agua infinita, espero hacerlo con un buen malambo. Confieso que he bebido, confieso que he sufrido, confieso que he reído, confieso que en los atardeceres me siento desolado en esta ciudad de autos, asperezas y rateros. El carnet dice que hoy, 18 de septiembre, cumplo 51 años.
51 aaaaños, yaaaaaa…
lunes, 12 de septiembre de 2011
Una ráfaga de Baires

Estaba a punto de partir a Europa, me esperaban conciertos en Madrid, luego 20 días de recitales por Suiza, entonces vendría Alemania y así… el chorizo de actuaciones europeas. Dos semanas antes de partir, llega un mail de un(a) funcionaria(o) internacional con nombre de pirámide egipcia. Se había enterado de que iba a tocar a Suiza y quería conocerme para postularme como embajador cultural (o algo así) en el tema refugiados. Tuve que aceptar (hecho el capo) y partir de emergencia a Buenos Aires. Me esperaba un hotel blanquito de balcones, con espejos austriacos, ruleros dorados,
alfombras espesas, habitación con dos camas de sabanas perfumadas de flores y chocolates primorosos. En el frigobar conmovía el mini champán Chandeou, el whisky etiqueta verde, un pote de caviar resplandecía. Presintiendo los trenes europeos que se venían, llené la tina de porcelana con agua tibia rociándola de una espuma de madrigales que encontré envuelta en papeles de seda, prendí la tele gaucha, no había nada interesante, dejé un programa de audio donde Chopin sonaba coherente con el ambiente. Ya en pelotas, vino la bendición del agua tibia haciendo tronar mi espinazo de guitarrero nocturno, entonces el teléfono rugió, era la egipcia (había sido mujer). -Bienvenido, espero que Natalia le haya tratado bien, dijo en arameo. Natalia era una porteña amable y pálida que me esperó en Ezeiza, dejándome en aquel hotel del romanticismo, ubicado a pocas cuadras del obelisco porteño. -Le recogeré mañana a las 11:00, conocerá mi oficina, dijo en moro. Salí de la tina humeando, me animé con el mini champán abriendo las persianas de maderitas blancas, los árboles de Buenos Aires saludaban con sus ojos venudos, estaba feliz con el olor a mar mezclado con smog. Le casqué un sánduche de miga en la cama, quedando dormido con las sonseras de Tinelli. Por la mañana, temprano, decido ir visitar sin motivo a mi amigo “Gringo” Gonzáles que fungía de Cónsul en Buenos Aires. Me recibe en su despacho, todo diplomático, pasamos a una guardería que había recién inaugurado: -Esto es como la Tribuna Libre del Pueblo, indica, mientras decenas de compatriotas hacen cola para algo. Nos despedimos pintados por una llovizna gris mañanera, se queda con su abrigo solemne en la puerta del enorme galpón como imagen de desbandada de la Segunda Guerra Mundial. La egipcia esperaba elegante en el lobby, me lleva a conocer su oficina, se entraba con tarjetas especiales y códigos de caja fuerte. Me presenta a sus colegas, le ordena a un joven porteño llamado Diego invitarme a almorzar mientras se desvanece hacia reuniones refinadas. Entonces aparece la diligente Natalia mostrándome videos de la institushon y empapelándome de panfletos y cuadernillos. Con Diego llegamos a la avenida de los restaurantes gallegos, pedimos un delicioso puchero humeante, mucho jamón crudo, vino tinto, y un bife despiadado tamaño ladrillo… Diego cuenta que iría a trabajar a La Paz y me alegra, me pregunta mucho sobre los conciertos europeos, le doy detalles sinceros. Entonces llega, como sonrisa de niño, el flan con dulce de leche, con el estomago como tambor aterrizo en el hotel por una siestita con olor a mar. Al atardecer aparece la egipcia en un auto negro suntuoso, llegamos a San Juan y Boedo antiguo, demando sacarnos una emocionada foto en tremenda esquina, vemos a unos tangueros medio chafas bailar en un café. Ingresamos a una galería de sombras para participar en un acto de refugiados. Allí le cuento a la egipcia que yo había sido refugiado en México y también mi padre, que en realidad yo era hijo del exilio. Luego varios africanos bien parecidos a Etoo inauguran sus stands de artesanías, alguien solicita que toque unas piezas; desenfundo la guitarra,
parado, sin sonido, toco en aquel pasillo tétrico. En la noche vamos a Puerto Madero a cenar con Osvaldo Laport, el galán maduro de telenovelas que ya era embajador cultural del tema refugiados. El restaurante era de su amigo uruguayo, las mocitas lindas no podían creer que estaba allí, él sonreía siempre amable y peludo. -Mucho gusto Papirri, me dijo con su abrazo pampeano. Contó que solo venía a este restaurante, que tres cuadras más allá empezaba el despelote de periodistas y cámaras. -Hay algunos colegas que van intencionalmente a esos lugares para hacer notas, a mí me costó una separación, dijo con su sonrisa de cavernícola solitario. Impresionaba el carisma, parecía un mastodonte de marca, la egipcia babeaba. Corrió el descorche de vinos, las carnes chirriaban sangrantes, Laport contaba sobre un accidente que tuvo: -Saqué la cabeza por el vidrio para ver si venía un auto y me sacaron toda la cara ¡El rostro se quedó pegado en el espejo del auto , tengo 13 cirugías, me reconstruyeron la cara, no quedé tan mal, ¿no?, bromeaba mientras las mozas lo raspaban, lo respiraban. Contó que tenía un pariente desaparecido, que por eso apoyaba a las causas perdidas. Habló de su country, -Queda a una hora de acá, debo ir allí ahora a dormir, mañana salgo de casa a las 6 a grabar en Telefe, dijo. Entonces se paró dando la mano y pagó la cuenta, pese al amague internacional. Ya afuera, en la despedida, con el viento del río, el rubor de los barcos, las estrellas nubladas, le regalé mi disco Cara Conocida, aquel con Litto Nebbia, le pedí que escuchara “Zamba Geisha”, le dije que lo demás no importaba hablándole como paceño en Las Velas, bien cerquita de la cara restaurada. Me dio el abrazo pampeano y se fue. Con la egipcia, Diego y Natalia acabamos dos botellas más de vino exquisito, era el 2007, me confesé apoyar al proceso de cambio, opiné radicalmente sobre los interesados en dividir Bolivia. -Parecés un dirigente cocalero, dijo Diego, irónico y porteño. Al día siguiente me llevaron donde el jefe máximo de la egipcia, un chileno cuya oficina colosal caía de bruces a la 9 de Julio. Hablamos obviedades con un delicioso capuchino, entonces Natalia me dejó en Ezeiza. En el avión soñé tenso con la egipcia tomándome un examen de matemáticas: al día siguiente partía a Europa. Nunca más supe de estos personajes, parece ser que se decidieron por Ricky Martin. Pero qué par de días magníficos me dedicaron ¡Se agradece el recuerdito! *El Papirri es Manuel Monroy Chazarreta, compositor y guitarrista boliviano. papirri@hotmail.com
sábado, 30 de julio de 2011
SE ACABO LA COPA
Por: El Papirri
La verdad que en estos dos años conseguí crear el volumen 2 de Crónicas del Papirri, estoy satisfecho, buscando editor, ojala me escriban los interesados. Ahora, mis afanases literarios en estos escritos se serenan, escribiré sonseras, libre de pseudo presiones cuentísticas. Que sean estas líneas un pretexto para hablarnos en sencillo y no perder el contacto, seria una pena clausurar estas líneas por asuntos de rigor, la distancia es mucha y la ternura poca.
Que lindo escribir sobre futbol ¡Esta versión 43 de la Copa América nos iluminó Julio. Me emociona pensar que mi papá tenía 3 añitos en la primera versión de 1916, en Argentina, el campeón fue también Uruguay; yo también tenía 3 añitos cuando Bolivia gana en el ‘63 el torneo de fútbol más añejo del mundo. En esta historia, tenemos un goleador, el tupiceño Víctor Agustín Ugarte con 11 tantos, mientras el máximo goleador es el argentino Méndez con 17.
El 1 de Julio de 2011 Bolivia nos hizo gritar como antes, empataba y casi ganaba al cuadro local argentino. Pero después se desinfló estrepitosamente perdiendo nada menos que con Costa Rica, el chau definitivo fue con Colombia. Una pena. Y eso que parecíamos locales en el Estadio 23 de agosto de Jujuy. Una Colombia ordenada y con voluntad ofensiva vía Radamel Falcao del Oporto se quedó en el camino. Ecuador volvió a la mediocridad, pese a tener figuras internaciones y varios tri-campeones de America en las filas. Venezuela nos sorprendió por su orden, garra y excelente preparación, hizo temblar nada menos que a Brasil y a Paraguay. El arquero pajlita Ronny Vega fue todo un líder, incluso haciendo un pase gol de cabeza en el minuto 89’. Los centrales Rey y Viscarrondo muy seguros, ambos juegan en el futbol local lo que da una señal de la mejoría prodigiosa en el futbol llanero, como diría Remberto. Destaco al carrilero Cichero del Newells argentino con excelente proyección, técnica y seguridad. Venezuela merecía haber llegado a la final, les robaron un gol frente a Paraguay. Hay que destacar la seriedad y continuidad de este trabajo con dirigentes prudentes y un joven técnico Farias trabajando desde el 2008.Otra sorpresa positiva fue Perú, también con mayoría de jugadores del futbol domestico se clasificó hasta los cuartos y tuvo al goleador de la Copa, Paolo Guerrero del poderoso Hamburgo alemán.
Argentina vuelve a decepcionar, el técnico Batista cometió los mismos errores de Maradona. Aquella obsesión por el famoso tridente ofensivo quitó el foco de problemas mayores: el mediocampo y los defensores centrales. Batista hizo a jugar a Messi de… Iniesta. Jugó con 3 números 5 en un pésimo inicio, en los octavos rectificó con cuatro cambios ingresando a Gago, Agüero, al Pipita y al gran Di María, clausurado, tontamente en el banco. Como Maradona, se siguió equivocando con los dos defensores centrales, un inseguro Milito suplente del Barcelona desentonando con Burdisso. Zabaleta fue el anticarrilero, pasando obsesivamente siempre atrás la pelota. Y Zanetti con sus 38 años está ya de buen tamaño en sus obviedades. México nos faltó el respeto a todos mandando un equipo sub 23 que traía escándalos con niñas de la noche en Quito, así les fue en la cancha. Chile trasladó buenas intenciones y jugadores, siempre auto/sobre/valorizados se quedaron mordiendo su propia novela en el camino. Una de sus figuras, Alexis Sánchez del Udinense italiano, nació en Tocopilla, hay que repatriarlo, yaaa….
En cuanto a Brasil, fue de subida pero no alcanzó, no se entiende como uno de los mejores carrileros del mundo, Maicon, estuviera tantos partidos en el banco. Menezes apostó al jogo bonito como antitesis del juego fuerte dunga- dunga, pero no le salio bien: poco físico, mucha gambeta, nada de gol. La juventud de Deymar (19) y Ganso (21) no alcanzó para direccionar al equipo. Lo injustificable: patear de esa forma y en esa instancia los penales.
Los periodistas deportivos se la pasaron hablando en la tele del tridente ofensivo, sin embargo creo que hay q reflexionar sobre el tridente defensivo: un arquero y dos centrales sólidos. Esto tuvieron los finalistas Venezuela, Paraguay y Uruguay. Paraguay llegó a la final sin ganar un solo partido, con un futbol especulativo, mezquino, elemental pero ordenado. Justo Villar tuvo suerte y preparación, fue el mejor arquero de la copa, los pincha ratas tienen que estar felices por la nueva contratación.
El campeón Uruguay tuvo los chacras limpios , un excelente tridente defensivo, con el portero de la Lazio Muslera siempre seguro en sus 25 años, dos centrales sólidos, sobre todo Lugano que hizo tambalear defensas cuando subía a cabecear; en el medio dos duros: el pelado Arevaloríos que anuló a Messi en el clásico rioplatense y el pura fibra Pérez del Bolognia, que se ganó expulsiones. Arriba, Forlan jugo un poco retrasado, con 32 años demostró un gran estado físico y manejo perfecto de las dos piernas, no se sabe bien si es zurdo o derecho por la exquisitez. El joven del Liverpool Luchito Suarez, penetrante, técnico y eficaz se ganó el trofeo al mejor jugador. Esto sumado a un Maxi Pereira del Benfica, excelente carrillero, un atacante más. Uruguay demostró orden, garra, técnica e inteligencia, componentes dictados por el maestro Tabarez, siempre humilde en sus expresiones, de bajo perfil en sus declaraciones, todo un maestro de verdad.
Pasó la época de las grandes individualidades y estrellas, los tiempos actuales son del jugador holístico, su poderío individual radica en el juego colectivo, la práctica conciente, el estado físico adecuado, el poner huevos con sistemas complejos que dan continuidad a una maquinaria anticaudillista. Ahora, quería contarles de la V Semana Cultural de Bolivia en Ecuador que estoy produciendo pero ya no hay espacio, che, será hasta la próxima.
La verdad que en estos dos años conseguí crear el volumen 2 de Crónicas del Papirri, estoy satisfecho, buscando editor, ojala me escriban los interesados. Ahora, mis afanases literarios en estos escritos se serenan, escribiré sonseras, libre de pseudo presiones cuentísticas. Que sean estas líneas un pretexto para hablarnos en sencillo y no perder el contacto, seria una pena clausurar estas líneas por asuntos de rigor, la distancia es mucha y la ternura poca.
Que lindo escribir sobre futbol ¡Esta versión 43 de la Copa América nos iluminó Julio. Me emociona pensar que mi papá tenía 3 añitos en la primera versión de 1916, en Argentina, el campeón fue también Uruguay; yo también tenía 3 añitos cuando Bolivia gana en el ‘63 el torneo de fútbol más añejo del mundo. En esta historia, tenemos un goleador, el tupiceño Víctor Agustín Ugarte con 11 tantos, mientras el máximo goleador es el argentino Méndez con 17.
El 1 de Julio de 2011 Bolivia nos hizo gritar como antes, empataba y casi ganaba al cuadro local argentino. Pero después se desinfló estrepitosamente perdiendo nada menos que con Costa Rica, el chau definitivo fue con Colombia. Una pena. Y eso que parecíamos locales en el Estadio 23 de agosto de Jujuy. Una Colombia ordenada y con voluntad ofensiva vía Radamel Falcao del Oporto se quedó en el camino. Ecuador volvió a la mediocridad, pese a tener figuras internaciones y varios tri-campeones de America en las filas. Venezuela nos sorprendió por su orden, garra y excelente preparación, hizo temblar nada menos que a Brasil y a Paraguay. El arquero pajlita Ronny Vega fue todo un líder, incluso haciendo un pase gol de cabeza en el minuto 89’. Los centrales Rey y Viscarrondo muy seguros, ambos juegan en el futbol local lo que da una señal de la mejoría prodigiosa en el futbol llanero, como diría Remberto. Destaco al carrilero Cichero del Newells argentino con excelente proyección, técnica y seguridad. Venezuela merecía haber llegado a la final, les robaron un gol frente a Paraguay. Hay que destacar la seriedad y continuidad de este trabajo con dirigentes prudentes y un joven técnico Farias trabajando desde el 2008.Otra sorpresa positiva fue Perú, también con mayoría de jugadores del futbol domestico se clasificó hasta los cuartos y tuvo al goleador de la Copa, Paolo Guerrero del poderoso Hamburgo alemán.
Argentina vuelve a decepcionar, el técnico Batista cometió los mismos errores de Maradona. Aquella obsesión por el famoso tridente ofensivo quitó el foco de problemas mayores: el mediocampo y los defensores centrales. Batista hizo a jugar a Messi de… Iniesta. Jugó con 3 números 5 en un pésimo inicio, en los octavos rectificó con cuatro cambios ingresando a Gago, Agüero, al Pipita y al gran Di María, clausurado, tontamente en el banco. Como Maradona, se siguió equivocando con los dos defensores centrales, un inseguro Milito suplente del Barcelona desentonando con Burdisso. Zabaleta fue el anticarrilero, pasando obsesivamente siempre atrás la pelota. Y Zanetti con sus 38 años está ya de buen tamaño en sus obviedades. México nos faltó el respeto a todos mandando un equipo sub 23 que traía escándalos con niñas de la noche en Quito, así les fue en la cancha. Chile trasladó buenas intenciones y jugadores, siempre auto/sobre/valorizados se quedaron mordiendo su propia novela en el camino. Una de sus figuras, Alexis Sánchez del Udinense italiano, nació en Tocopilla, hay que repatriarlo, yaaa….
En cuanto a Brasil, fue de subida pero no alcanzó, no se entiende como uno de los mejores carrileros del mundo, Maicon, estuviera tantos partidos en el banco. Menezes apostó al jogo bonito como antitesis del juego fuerte dunga- dunga, pero no le salio bien: poco físico, mucha gambeta, nada de gol. La juventud de Deymar (19) y Ganso (21) no alcanzó para direccionar al equipo. Lo injustificable: patear de esa forma y en esa instancia los penales.
Los periodistas deportivos se la pasaron hablando en la tele del tridente ofensivo, sin embargo creo que hay q reflexionar sobre el tridente defensivo: un arquero y dos centrales sólidos. Esto tuvieron los finalistas Venezuela, Paraguay y Uruguay. Paraguay llegó a la final sin ganar un solo partido, con un futbol especulativo, mezquino, elemental pero ordenado. Justo Villar tuvo suerte y preparación, fue el mejor arquero de la copa, los pincha ratas tienen que estar felices por la nueva contratación.
El campeón Uruguay tuvo los chacras limpios , un excelente tridente defensivo, con el portero de la Lazio Muslera siempre seguro en sus 25 años, dos centrales sólidos, sobre todo Lugano que hizo tambalear defensas cuando subía a cabecear; en el medio dos duros: el pelado Arevaloríos que anuló a Messi en el clásico rioplatense y el pura fibra Pérez del Bolognia, que se ganó expulsiones. Arriba, Forlan jugo un poco retrasado, con 32 años demostró un gran estado físico y manejo perfecto de las dos piernas, no se sabe bien si es zurdo o derecho por la exquisitez. El joven del Liverpool Luchito Suarez, penetrante, técnico y eficaz se ganó el trofeo al mejor jugador. Esto sumado a un Maxi Pereira del Benfica, excelente carrillero, un atacante más. Uruguay demostró orden, garra, técnica e inteligencia, componentes dictados por el maestro Tabarez, siempre humilde en sus expresiones, de bajo perfil en sus declaraciones, todo un maestro de verdad.
Pasó la época de las grandes individualidades y estrellas, los tiempos actuales son del jugador holístico, su poderío individual radica en el juego colectivo, la práctica conciente, el estado físico adecuado, el poner huevos con sistemas complejos que dan continuidad a una maquinaria anticaudillista. Ahora, quería contarles de la V Semana Cultural de Bolivia en Ecuador que estoy produciendo pero ya no hay espacio, che, será hasta la próxima.
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